Violento incidente en el derbi Valenciano

El derbi entre el Villarreal CF y el Valencia CF, disputado en el Estadio de la Cerámica, se vio empañado por un lamentable incidente de violencia. Al finalizar el encuentro, dos jóvenes aficionados del Villarreal con diversidad funcional fueron brutalmente agredidos en las inmediaciones del estadio.

Los hechos ocurrieron en la noche del sábado, cuando tres amigos de 18 años, todos con discapacidad, se dirigían a casa tras el partido. En las cercanías del parque de la Panderola, un grupo de cinco individuos encapuchados y vestidos de negro les insultó repetidamente, llamándolos “hijos de puta”. Al responder con la mirada, los agresores se abalanzaron sobre ellos, golpeando a dos de los jóvenes. Uno de ellos sufrió una fractura doble de mandíbula y pérdida de varias piezas dentales, mientras que el otro presentó un hematoma frontal que le causó pérdida de visión en un ojo. Ambos fueron trasladados al Hospital de la Plana y al Hospital General de Castellón, respectivamente, para recibir atención médica.

El Villarreal CF emitió un comunicado condenando enérgicamente la agresión y mostrando su apoyo a los afectados. El club informó que uno de los agredidos es jugador del Equipo de Discapacidad Intelectual del Villarreal y que están colaborando estrechamente con la Policía Nacional para identificar a los responsables. Por su parte, el Valencia CF también lamentó lo sucedido y se puso a disposición de las autoridades y del Villarreal CF. Además, el club valenciano advirtió que, en caso de que los agresores sean identificados como abonados del Valencia, se les aplicará la sanción más severa: la prohibición de entrada al estadio.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para identificar a los autores de la agresión. Los agresores huyeron del lugar tras el ataque, y hasta el momento no se han realizado detenciones. Las autoridades están revisando las imágenes de seguridad y recopilando testimonios para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.

Este incidente ha generado una ola de indignación en la comunidad futbolística y entre los aficionados, quienes condenan cualquier acto de violencia y abogan por el respeto y la convivencia pacífica en el deporte.