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Rechazo por jugar la supercopa femenina de España en Arabia Saudita

La propuesta de trasladar la Supercopa femenina de España a Arabia Saudí ha generado un notable rechazo entre las futbolistas

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La propuesta de trasladar la Supercopa femenina de España a Arabia Saudí ha generado un notable rechazo entre las futbolistas. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, sugirió esta posibilidad, destacando las oportunidades económicas y de desarrollo que podría ofrecer. Sin embargo, varias jugadoras han manifestado su negativa a participar en el torneo si se celebra en un país con antecedentes cuestionables en materia de derechos humanos y de las mujeres.

Este debate se suma a las críticas previas sobre la celebración de la Supercopa masculina en Arabia Saudí, donde se han reportado incidentes de acoso y comportamientos inapropiados hacia familiares de jugadores y aficionados. Por ejemplo, durante la reciente edición, se denunciaron “tocamientos” y “acoso” a mujeres de jugadores y aficionados, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre la idoneidad de celebrar estos eventos en dicho país.

Además, figuras destacadas del fútbol español han expresado su descontento con la sede actual de la Supercopa. Iñaki Williams, delantero del Athletic Club, criticó la decisión de jugar en Arabia Saudí, argumentando que aleja a los equipos de sus aficionados y crea un ambiente desfavorable para los clubes menos mediáticos.

La controversia también ha alcanzado a la FIFA. Más de un centenar de futbolistas de diversas nacionalidades enviaron una carta al presidente Gianni Infantino, exigiendo la ruptura del contrato de patrocinio con Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudí. Las jugadoras denuncian que aceptar dinero de un país que viola sistemáticamente los derechos humanos es incompatible con los valores que la FIFA dice promover.

En resumen, la posibilidad de trasladar la Supercopa femenina a Arabia Saudí ha reavivado el debate sobre la ética de celebrar competiciones deportivas en países con antecedentes cuestionables en derechos humanos, especialmente en lo que respecta a la igualdad de género y la seguridad de las participantes y sus familias.