Publicado

El Atlético de Madrid toma revancha contra el Real Madrid en Copa del Rey

El Atlético avanza a cuartos de final con un magnífico gol del francés durante el tiempo extra

Copa del ReyReal MadridAtlético de Madrid
img of El Atlético de Madrid toma revancha contra el Real Madrid en Copa del Rey
Foto del autor

Xavier Siavichay

Redactor de Golden Fútbol


Existen derbis como este, demasiados, donde hay escaso fútbol y mucha narrativa. Se evidenció el efecto de rebote después de los ocho goles en la Supercopa. Disminuyó el espectáculo, se desvaneció el ‘fair play’ y al final cayó el Real Madrid, que no fue ni mejor ni peor que el Atlético, pero se descuidó más en su área. En resumen, fue un partido a la manera del Cholo, trabado, el tipo que suele beneficiar a su equipo y volverse desfavorable para el Madrid, y que acabó desmoronándose al final debido al cansancio compartido. También resultó ser un día difícil para los porteros, especialmente para Lunin, quien revive el debate, y para Vinicius, atrapado en su papel. Contrario a los principios de la física, en encuentros así, su energía no solo se transforma, sino que también se destruye. En el lado positivo, destacaron Bellingham, el único destello distintivo en un duelo copero en el sentido más emotivo, y Griezmann, con un magnífico gol final que estuvo muy por encima del partido.

El derbi de etiqueta, que solo presenció una tarjeta amarilla, dirigida a Brahim en el minuto 120 por su excesivo entusiasmo ante 25,000 saudíes entusiastas, se llevó a cabo en Riad, resultando ser un espejismo en su contexto natural, el desierto. El Wanda Metropolitano presentó lo habitual: un partido con el punto de sal justo, más cerrado, más nervioso, con la tensión característica de la Copa. La festividad oriental resulta inigualable. De todos modos, Simeone y Ancelotti deberían haber encontrado consuelo en ese derbi de Arabia, ya que el argentino realizó solo un cambio (Witsel por Savic) y el italiano dos (Lunin por Kepa y Camavinga por Tchouameni). Este último, un placer culpable del técnico, probó nuevamente la terapia de la insistencia, sin éxito cuando entró al campo.

El clima de extrema precaución solo se rompía con la valentía característica de Samuel Lino, actuando en solitario, y la brillantez excepcional de Bellingham en un pequeño espacio: regate, finta, movimiento hacia el exterior y un disparo a la escuadra tras un toque en Giménez. Fue una jugada destacada en un partido muy cerrado, con pocas progresiones y una vigilancia extrema. En resumen, los futbolistas tomaron las riendas en un juego que permanecía en equilibrio en términos tácticos.

A partir de experiencias recientes, el Atlético aprendió que darle espacio al rival es exponerse demasiado, mientras que el Madrid comprendió que evitar los centros laterales rojiblancos era clave para evitar una mala noche.