El Sevilla cae por sí mismo frente al PSV y se despide de la Champions League

Diego Alonso enfrenta su sentencia. El uruguayo no superó la evaluación, y el Sevilla se enreda en una situación complicada al quedar fuera de la Champions League (aunque aún con posibilidades de caer a la Europa League) de la manera más desalentadora. A pesar de tener una ventaja cómoda de 2-0, la expulsión de Ocampos por recibir dos tarjetas amarillas en dos minutos desencadenó nerviosismo en el equipo andaluz. El entrenador no pudo detener la debacle, permitiendo al PSV Eindhoven, hasta entonces fuera de juego, igualar e incluso remontar con facilidad. Aunque tenían un jugador más, parecía que el Sevilla jugaba contra 8.

Los goles de Sergio Ramos y En-Nesyri no fueron suficientes para que el Sánchez Pizjuán presenciara la primera victoria de Diego Alonso desde su llegada como solución a la precipitada destitución de Mendilibar. Saibari, Gudelj en propia puerta y Pepi, al inicio del segundo tiempo, volvieron a encender la indignación en Nervión, que estalló contra sus dirigentes. Ni siquiera fue necesario que De Jong marcara.

En un encuentro con un ritmo considerable, el inicio favoreció a los anfitriones. Sergio Ramos, buscando redimirse de su expulsión en San Sebastián, anotó a los 24 minutos. Una falta ejecutada por Rakitic no pudo ser cabeceada por Fernando, pero el exjugador del Real Madrid, llegando desde atrás, ajustó su pie en pleno salto para vencer a Walter Benítez. Antes de eso, el Sevilla pudo haber tomado la delantera con un mano a mano de En-Nesyri, que el jugador marroquí no logró resolver.

En ese momento, el PSV no parecía el equipo dominante de su liga, habiendo caído solo ante el Arsenal en la Champions. En el regreso de De Jong a Nervión, el equipo neerlandés se encontró aislado frente a un Sevilla que, a pesar de las ausencias, se desempeñó bien y mantuvo el ritmo. Los dirigidos por Diego Alonso volvieron a marcar antes del descanso con un gol de Sow que, sin embargo, fue anulado después de que el VAR revisara unas manos previas del suizo al inicio de la jugada. A pesar de la inercia favorable en ataque, los locales estuvieron cerca del 2-0 con un cabezazo de En-Nesyri al travesaño, que en la jugada siguiente pudo haberse convertido en el empate del PSV, pero Dmitrovic lo evitó.

Sin embargo, la segunda mitad comenzó bien para el equipo de Diego Alonso. En-Nesyri no falló esta vez tras un excelente pase de Acuña, y el uruguayo en la banda se liberó de las dificultades que había experimentado en los dos meses desde su llegada. Pero aún quedaba mucho por jugarse, y Ocampos arruinó todo. Recibió dos tarjetas en dos minutos, una por protestar y otra por una mala entrada contra un adversario. Fue entonces cuando apareció la actual situación del Sevilla: un completo desorden.

El PSV tenía el camino libre y olió la oportunidad. Saibari generó preocupación y el Sevilla se replegó cada vez más. Gudelj, al intentar evitar un remate, posibilitó el empate, y Pepi, en el tiempo de descuento, sentenció el partido. El Sevilla se complica tanto deportiva como económicamente. La Junta de Accionistas del lunes estará más tensa que nunca, y Diego Alonso parece estar sentenciado.