Sergi Roberto se despide del FC Barcelona

Sergi Roberto se despidió este martes del Barcelona tras una larga trayectoria como jugador del club. El último capitán del equipo, que no renovó su contrato que venció el pasado 30 de junio y ahora es agente libre, fue homenajeado en el Auditori 1899. Este reconocimiento es merecido para un futbolista que estuvo 18 años en la institución, desde que se unió al Barça a los 14 años, siendo parte del cadete B. Ahora, se marcha con 32 años. Solo faltó que pudiera despedirse desde el campo, jugando, o recibir el aplauso final del público que se congregó el lunes en el Trofeo Joan Gamper en Montjuïc.

Toda la plantilla actual asistió al evento, y en la zona central del Auditori, reservada para los invitados, se encontraban tres destacados excompañeros, todos ellos excapitanes que precedieron a Sergi Roberto. Entre ellos estaban Carles Puyol, Gerard Piqué, y Xavi Hernández, su último entrenador y quien apoyó su continuidad en el Barça. Sin embargo, Hansi Flick no comparte la misma opinión. Xavi asistió al evento junto a su esposa Núria y su hijo Dan, quien llevaba puesta una camiseta azulgrana con el número 19 de Lamine Yamal. La representación de la directiva fue mínima, con Joan Laporta acompañado solo por el vicepresidente Rafa Yuste y el directivo Joan Soler.

Sergi Roberto se despide “eternamente agradecido” a la afición, destacando que “con su exigencia me ha hecho ser el futbolista que soy hoy”, y al club que ha sido parte esencial de su vida. En su discurso, recordó sus días de infancia, cuando veía los partidos del Barça con una pelota en los pies, y los viajes diarios durante dos años, desde los 14 hasta los 16, de Reus a Barcelona, hasta que ingresó en La Masia, el edificio antiguo junto al Camp Nou, acercándose cada vez más a su meta.

“Cada vez que vestí la camiseta la disfruté como si fuera la última, porque nunca sabía cuánto tiempo duraría”, confesó, reconociendo las dificultades del camino y cómo muchos futbolistas se quedan en el camino, ya sea por lesiones, traspasos, bajas, o las adversidades de la vida. En su caso, mencionó el fallecimiento de su madre, a quien dedicó unas palabras en su emotivo discurso.