Sorprendente remontada de los Joaos en la UCL

En una jornada crucial, el Barcelona logró una victoria fundamental ante el Porto, asegurando su clasificación a los octavos de final y acercándose al liderato del grupo. A pesar del gol inicial de Pepê, Cancelo, que tuvo un destacado desempeño antes de lesionarse, y Joao Félix protagonizaron la remontada en un segundo tiempo brillante para el equipo de Xavi. Aunque el primer tiempo mostró actitud pero escasa precisión, la segunda mitad exhibió un nivel destacado, digno de una noche europea memorable para el Barça. Ahora, tanto en la Liga como en la Champions, se espera un camino más favorable para el conjunto culé.

La obligación de dar una respuesta positiva llevó al Barcelona a alinear a su once más experimentado, con la excepción de Gavi y Cancelo, quien se destacó como el jugador más influyente. Iñaki Peña, reemplazando a Ter Stegen por lesión, se destacó con una actuación sólida. Aunque la presencia de Pepe en el campo fue un recordatorio desagradable, el Barcelona superó las precauciones del Porto y la presión inicial para recuperar su mejor versión, especialmente en el segundo tiempo.

El equipo barcelonista enfrentó dificultades para construir el juego de manera fluida durante el primer tiempo, recurriendo a pelotazos largos frente a la presión portuguesa y experimentando algunas pérdidas debido a pases imprecisos de Araujo, Iñaki Peña e incluso Koundé. Los dos delanteros del Porto presionaron a Koundé y De Jong, obligando al Barcelona a buscar espacios con pases largos más allá de las líneas portuguesas.

El Barcelona se mostró opaco en la creación de juego a lo largo del primer acto, aunque se destacó por su aplicación en la fase de recuperación. Los momentos de peligro surgieron principalmente a través de balones largos y las incursiones de Cancelo, quien proporcionó la primera advertencia con una internada y un pase a Raphinha, generando la primera parada de Diogo Costa en el partido. El segundo impacto de Cancelo resultó en el gol crucial del Barcelona.

El Oporto reaccionó a los primeros minutos enérgicos del Barcelona con una presión efectiva que ahogaba a los azulgranas. Esta elevación de líneas propició una oportunidad para Joao Félix después de una transición de Pedri, pero finalmente dio sus frutos para el Porto.

Iñaki Peña tuvo que intervenir ante un disparo de Cardoso, se anuló un gol a los portugueses por fuera de juego evidente y finalmente llegó el 0-1 en medio del desconcierto azulgrana: una rápida transición, primer disparo de Galeno que rechazó Peña y un remate a gol de Pepê (no el Pepe, enemigo público número uno, sino el Pepê con acento circunflejo).

El acierto clave del Barcelona fue igualar el marcador apenas dos minutos después, evitando que la desventaja se consolidara. Una incursión de Cancelo después de un pase de Pedri culminó en un espectacular gol del lateral portugués. Sin embargo, el equipo no aprovechó un regalo del portero, con una doble oportunidad desperdiciada por Pedri y Rafinha poco antes del descanso. Iñaki Peña volvió a destacarse en la respuesta del Porto en un partido de ida y vuelta, que resultó espectacular pero poco aconsejable para el Barcelona.