El Ídolo del astillero se cae a pedazos! Deudas, actos antideportivos y violencia acaban con el centenario de BSC

Barcelona Sporting Club vive uno de los momentos más críticos de su historia reciente debido a una profunda crisis financiera y de deudas, lo que ha generado una fuerte tensión interna entre la directiva y el plantel profesional.

En los últimos días, los jugadores del primer equipo decidieron no entrenar en señal de protesta por el incumplimiento de pagos, advirtiendo que la directiva les adeuda cuatro meses de sueldos, primas y obligaciones contractuales, afectando no solo a futbolistas sino también a integrantes del cuerpo técnico y empleados del club.

La situación económica del Ídolo del Astillero ha generado preocupación entre los socios y la afición. Reportes financieros revelan que el pasivo de Barcelona SC supera los 54 millones de dólares, con estimaciones de que el déficit podría crecer aún más si no se implementan soluciones estructurales.

Respuesta de Antonio Álvarez

Ante estas protestas, el presidente del club, Antonio Álvarez, emitió un comunicado en el que no solo negó que toda la plantilla esté unida detrás de la medida de fuerza, sino que señaló a “una pequeña minoría de líderes” que, según él, impulsan el reclamo. En su mensaje, Álvarez incluso publicó críticas duras hacia esos jugadores, afirmando que algunos “pasan de joda en joda, con mujeres y de farra” y cuestionando su compromiso con el club.

Además, el dirigente aclaró que solo se pagará a los jugadores que renueven o permanezcan en el plantel para la temporada 2026, y sugirió que quienes se vayan deberán cobrar por la vía de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).

Contexto institucional y deportivo

La crisis financiera se combina con el pobre rendimiento deportivo de Barcelona SC durante la temporada 2025, en la que el equipo no logró títulos ni avances significativos en torneos continentales, agudizando el descontento de la hinchada. Asimismo, voces críticas internas y externas han señalado una falta de planificación y transparencia en la gestión del club, lo que habría contribuido al aumento de la deuda y al deterioro del ambiente institucional.

La polémica situación coloca a Barcelona SC en un punto de inflexión en su historia reciente, con la necesidad de equilibrar sus finanzas sin sacrificar su competitividad deportiva y con una directiva bajo fuerte escrutinio por parte de socios y aficionados.